Origen y evolucion del Español Peninsular

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Español Peninsular 

La lengua española proviene del latín, por lo que se dice que es un latín evolucionado. El latín vulgar fue la lengua que los invasores, romanos (soldados, colonos, etc.). llevaron a la península ibérica en el siglo III a.C. la cual prevaleció por sobre las lenguas pre-romanas, de las que conservamos: Iberia(iberos), pizarra, izquierda, guijarro, gorra (vascos), Segovia, cabaña, legua (celtas), Barcelona, Velasco, (ligures), Cádiz, Cartagena, Hispania, (fenicios), sintaxis, iglesia; agonía, sardo. 
En el siglo V d.C. ocurre la invasión Barbara (germanos, alanos, suevos, vándalos, visigodos), la cual precipita el desmembramiento del Imperio Romano, de cuyas consecuencias resulta la formación de las LENGUAS ROMANCES (castellano, portugués, francés, italiano, rumano, sardo). 
Por evolución cada uno de esos dialectos hispano americanos fue reafirmado su características, Castilla, donde nace el Castellano, estaba en la región norcentral de la península. (Guerra, yelmo, dardo, brigada….palabras del germano en el español.) 

Siglo VIII d.C. ocurre la invasión árabe a la península ibérica. Los reinos se embarcaban en la lucha de reconquistar, con Castilla como centro de dirección por su posición central. En la lengua castellana se difunden en forma oral los versos que hablan de los hechos. Uno de esos versos, El Poema del mío Cid aparece publicado en el siglo XII en la lengua castellana, marcando con ello la independencia de dicha lengua del latín, El 70% de las palabras del español proceden del latín además incluye términos precedentes del griego llegados a través del latín. 

Las lenguas romances siguen evolucionando. La lucha contra los árabes sigue. Llega al siglo XV.Por el matrimonio de los representantes de las únicas dos casas reales que quedan Castilla y Aragon el castellano pasa a ser la lengua oficial de la España no ocupada por árabes. El castellano es español. Cae Granada en 1492; con ello termina la ocupación árabe y el español es ahora la lengua oficial de la península, excepto los territorios de Portugal. Un 25% de nuestros vocablos fue heredado del árabe: cero, acequia, cifra noria, azahar, tarifa aduana. En 1492 América es descubierta por los españoles, y comienza la influencia de las lenguas americanas al español: Chocolate, tomate, cacao (del nahuatl-mexico), choclo, vicura, mate (del quechua-Perú) bagual, ñandú, tapioca (del guaraní- Paraguay), canoa, maíz, cacique, (del taino de las Antillas), etc. En ese final del siglo XV se inventa la imprenta, y aparece La gramática Castellana de Antonio de Nebrija, hechos que anteceden a los siglos De oro españoles (S. XVI y XVII), época en la cual la lengua alcanza su mayor esplendor. En 1713 se funda la Real Academia de la lengua que trata de velar por la limpieza y corrección del lenguaje: ‘fija, limpia y da esplendor``. 


En la formación del español cabe distinguir tres grandes periodos: el medieval, también denominado del castellano antiguo, fechado entre los siglos X al XV; el español moderno, que evoluciono desde el siglo VI a finales del XVII, y el contemporáneo, desde la fundación de la Real Academia Española hasta nuestros días. 

-El castellano medieval 
El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuro, Castilla, y antes del siglo X no puede hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes dominios lingüísticos en la Península que pueden fijarse por el comportamiento de la vocal breve y tónica latina o en silaba interior de palabra como la o de portan que diptongo en UE en el castellano, puerta, y vacilo entre UE, uo y ua en el leones y aragonés (puorta) y mozárabe (puarta). En terminos generales, se mantuvo la o del latín (porta) en la lengua del extremo occidental, el galaico-portugués del que surgiría el gallego y el portugués, y en el catalán del extremo oriental, que ejercería su influencia posterior por las tierras mediterráneas, fruto de la expansión política. 
El castellano fue tan innovador en la evolución del latín como lo fueron los habitantes de Castilla en lo político. A esta época pertenecen las Glosas Silenses y las Emilianenses, del siglo X, que son anotaciones en romance a los textos en latín: contienen palabras y construcciones que no se entendían ya. Las primeras se escribieron en el monasterio benedictino de Silos, donde para aclarar el texto de un penitencial puede leerse "quod: por que", "ignorante: non sapiendo"; las Glosas Emilianenses se escriben en el monasterio de San Millán de la Cogolla o de Suso. 


En el sur, bajo dominio arabe, hablaban mozárabe las comunidades hispanas que Vivian en este territorio y conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. La mantuvieron sin grandes alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la diferencia con las comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las evoluciones que se estaban desarrollando en los territorios cristianos. En esta lengua se escriben algunos de los primeros poemas liricos romances: las jarchas, composiciones escritas en alfabeto árabe o hebreo, pero que transcritas corresponden a una lengua arábigo-andaluza. 
De los cambios fonéticos que produjeron en esta época en el castellano, el más original consistió en convertir la f inicial del latín en una aspiración en la lengua hablada, aunque conservada en la escritura. El primer paso para convertir el castellano en la lengua oficial del reino de Castilla y León lo dio en el siglo XIII Alfonso X, que mando componer en romance, y no en latín, las grandes obras históricas, astronómicas y legales. 


El castellano medieval desarrollo una serie de fonemas que hoy han desaparecido. Distinguía entre una s sonora intervocálica, que en la escritura se representaba por s, como en casa, y una s sorda, que podía estar en posición inicial de palabra como silla, o en posición interna en el grupo ns, como en pensar o en posición intervocálica que se escribía ss como en viniesse. 


Las letras ç y z equivalían a los sonidos africados (equivalente a ts, si era sordo, y a ds, si era sonoro), como en plaça y facer. La letra x respondía a un sonido palatal fricativo sordo, como la actual ch del francés o la s final del portugués y también existía correspondiente sonoro, que se escribía mediante j o g ante e, i: así dixo, coger, o hijo. Distinguía entre una bilabial oclusiva sonora b, que procedía de la p intervocálica del latín o b de la inicial sonora del latín (y que es la que hoy se conserva), y la fricativa sonora, que procedía de la v del latín, cuyo sonido se mantiene hoy en Levante y algunos países americanos. 


Desde el punto de vista gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran las preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. El verbo haber todavía tenía el significado posesivo tener, como en había dos fijos y se empleaba para tener y para formar las perífrasis verbales de obligación que originarían a partir del siglo XIV los tiempos compuestos; por eso, entre la forma del verbo haber y el infinitivo siguiente era posible interponer otro material léxico, hoy impensable, como en "Enrique vuestro hermano había vos de matar por las sus manos". 


Los adjetivos posesivos iban precedidos de artículo, como aun hoy ocurre en portugués; así, se decía los sus ojos alza. El español del siglo XII ya era la lengua de los documentos notariales y de la Biblia que mando traducir Alfonso X; uno de los manuscritos del siglo XIII se conserva en la biblioteca de El Escorial. Gracias al Camino de Santiago entraron en la lengua los primeros galicismos, escasos en número, y que se propagaron por la acción de los trovadores, de la poesía cortesana y la provenzal. 
-El castellano moderno 
La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma. A esta época pertenece el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español. 


Desaparece la aspiración de la h, cosa que testimonia la versificación. Se funden en un único fonema la s sonora y sorda, prevaleciendo el valor sordo. Las consonantes ç y z pasan a ser el fonema fricativo (con pronunciación equivalente a ts) que se escribirá ç durante el siglo XVI y pasara a tener el valor de la z (con su pronunciación actual) en el siglo siguiente, con lo que de esta manera se 

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